Lesgislación para Azoteas Verdes en Latinoamérica

Proyecto busca promover instalación de techos verdes


Son lindos, novedosos y pueden cumplir una función primordial en el cuidado del medio ambiente: absorber gases de efecto invernadero y disminuir la cantidad de contaminantes que circula en el aire de las ciudades, además de controlar la temperatura interior de edificios. Crear jardines en las terrazas de los edificios es una tendencia mundial en aumento que ahora está siendo tratada en la legislatura de varias ciudades latinoamericanas.
Si bien nos puede parecer poco usual en la actualidad, este recurso urbanístico no es producto de una idea moderna. En el 600 a.C., el rey Nabucodonosor ordenó construir terrazas para cultivar en ellas los maravillosos jardines colgantes de Babilonia. Hoy, la técnica es implementada en muchos lugares del mundo y, además de brindar un paisaje pintoresco, permite ayudar al medio ambiente aprovechando un espacio muchas veces olvidado.
Las medidas que incentivan estas plantaciones ya está funcionando en muchos países, como es el caso de Tokio donde una ley obliga a cubrir el 20% de las terrazas de los edificios con plantas. Ahora es el turno de Latinoamérica, dado que la legislatura porteña está tratando un proyecto de ley que propone modificar el Código de Edificación e incluir la alternativa de construir estas superficies envueltas de vegetación.
Esta normativa, que sería un buen recurso para devolver al medio ambiente parte del espacio natural que el edificio consume, como alternativa para generar más pulmones verdes en la ciudad. Según se informa desde Clarín, algunos de los fundamentos del proyecto es que estos jardines reducirían la impermeabilización de los suelos, mejorarían la calidad del aire y del agua, y absorberían el dióxido de carbono, ayudando a disminuir el calentamiento global y el efecto invernadero.
Además, estas terrazas son capaces de absorber el agua de la lluvia y evitar algunas inundaciones, como así también servir de aislante térmico para calentar o enfriar los ambientes y proteger a sus habitantes del ruido.
Dado que construir estos espacios suele ser algo costoso, el proyecto también contempla descuentos en la tasa de ABL de quienes lo edifiquen, con una baja que dependerá del tamaño del jardín.
Lo que se busca es estimular a los propietarios y que estas construcciones crezcan en la ciudad para así lograr resultados más relevantes. Es una buena iniciativa que, de implementarse, puede beneficiar al medio ambiente y todos los que habitan en él.